¿Qué se sabe del nabo? Este producto es un gran desconocido en la alta cocina, a pesar de ser una de las hortalizas «más beneficiosas para la salud». Ese fue uno de los argumentos que se puso sobre la mesa este lunes en Huesca.
Las instalaciones del Centro de Innovación Gastronómica de Aragón –en el Parque Tecnológico Walqa– fue el escenario de una cata de nabos, enfocada a restaurantes Bib Gourmand –una categoría de la Guía Michelin que reconoce la mejor relación calidad precio–.
Ismael Ferrer, cocinero y divulgador aragonés, fue el encargado de dirigir la degustación en base a tres variedades: de Yosa de Sobremonte, de Mainar y una versión comercial del producto. El primero destaca por su sabor, el segundo se consideró «una experiencia inolvidable» y el tercero, otra forma de introducirlos en la cocina.
Al acto asistió Juan José Orriés, director general de Innovación y Promoción Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, y la Red de Semillas, responsables de la recuperación y conservación de estas variedades en un trabajo en conjunto con el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA).
También estuvieron presentes Fernando Blasco, por parte de la Diputación de Huesca, y Loreto Bermúdez de Castro, perteneciente al área de Desarrollo y Turismo del Ayuntamiento de Huesca. El colofón fue un interesante debate entre los profesionales que asistieron y este encuentro se vivió como una oportunidad para dar a conocer el nabo e introducirlos en los establecimientos. O la necesidad de encontrar a pequeños productores que ayuden y cultiven estas dos variedades de nabos a veces tan olvidados.
Fuente: Heraldo